Un hecho que llama la atención y admiración son las personas que se conocen a sí mismas y a los demás. Esta práctica redunda, en el caso de las empresas, en ambientes laborales más flexibles, armoniosos y productivos debido a que la gente se comunica y relaciona mejor.
Se trata de la inteligencia emocional que tanto en los directivos y ejecutivos como en los empleados es muy valorada por las compañías. Este tipo de inteligencia adquiere cada vez más peso en las empresas en esa creciente búsqueda de profesionales capaces de identificar y gestionar sus propias emociones, así como las de los demás, a través de sus habilidades sociales y capacidad de adaptación.
En 1995, el psicólogo y periodista de Estados Unidos, Daniel Golem, dio a conocer este término en su libro “Inteligencia emocional”. Él la define como la capacidad de reconocer nuestros propios sentimientos y los de los demás, de motivarnos y de manejar adecuadamente las relaciones.
Golem divide esta inteligencia en intrapersonal e interpersonal. La primera es la forma de comunicarse con uno mismo de manera eficaz para manejar óptimamente las emociones propias.
Aquí se distinguen los aspectos de la autoconciencia emocional, la autorregulación y la automotivación que permiten conocerse a uno mismo y controlar emociones negativas como la ira, además de insuflar el optimismo y el empuje necesarios para enfrentar los obstáculos y seguir adelante.
La parte interpersonal se refiere a la habilidad de comprender y manejar de forma eficaz las emociones de las otras personas mediante la empatía y las habilidades sociales.
En el contexto actual en que los negocios se realizan en mercados globalizados y muy competitivos, aplicar la inteligencia emocional en las empresas es de gran ayuda.
Habrá quien piense que esta inteligencia es innata en los individuos y eso es verdad. Sin embargo, la buena noticia es que la inteligencia emocional se puede aprender a través de los programas de formación que diseñen los departamentos de Recursos Humanos de las compañías. Un impacto positivo y palpable de la inteligencia emocional es la mejora del ambiente laboral gracias a mejores relaciones interpersonales entre los compañeros de trabajo
Además, esta inteligencia juega un rol de grandes ligas en la buena marcha de los equipos de trabajo, pues los líderes y los colaboradores gestionan sus emociones de forma adecuada y tienen la capacidad de adaptarse a situaciones nuevas y desafíos que pueden surgir en la ejecución de sus tareas. Esto les permite avanzar y desarrollarse, al igual que la empresa.
Así que inteligencia emocional: mejores relaciones, mejores resultados
Referencias:
AlibalNews 