
La frase “la información es poder” aplica perfectamente al mundo de los negocios y en especial a lo que tiene que ver con la férrea competencia por el control de los mercados. Así que conocer a esos rivales es vital para las ventas, captar clientes y colocar de forma eficaz y eficiente los productos y servicios.
En la realidad actual, en la que impera la globalización, la competencia ya no solo es local sino mundial. Esto implica que las empresas requieren valerse de las herramientas disponibles para obtener información acerca de los demás competidores. Y aquí entra en juego lo que se conoce como inteligencia competitiva o inteligencia corporativa.
Se trata de un proceso para la obtención, análisis, interpretación y difusión de la información estratégica sobre la industria y los competidores. La información obtenida y recopilada de forma organizada se entrega a los responsables de las empresas para la toma de decisión en el momento oportuno.
Sin embargo, la obtención de los datos va más allá de una búsqueda en Internet, pues se trata de tener una información fidedigna y actualizada sobre las debilidades y fortalezas de la competencia.
De allí que se base en el análisis de las necesidades de la compañía y la consulta de las fuentes secundarias y primarias, así como la distribución, ubicación y evaluación de los datos.
La inteligencia corporativa es una actividad muy importante porque ayuda a las empresas a entender cómo funciona el negocio y a ser mejor que el competidor.
La inteligencia competitiva suministra a las empresas un retrato detallado y preciso de la industria y del mercado con sus actores y tendencias, lo cual permite actuar de manera anticipada a eventos que puedan presentarse.
En este contexto, hay que dejar de lado el cliché de «conoce a tu enemigo», pues la competencia comercial es mucho más extensa y compleja. Esto exige a los gerentes el mantenerse atentos al entorno, innovar, desarrollar y adaptar el producto o servicio a las exigencias del mercado para ganarle la carrera a los rivales presentes y potenciales.
Referencias: