Hay asuntos que, por resultar cotidianos, pueden agarrar desprevenidas a las empresas, con consecuencias, a veces no positivas, para el negocio. En estos casos, el refrán popular «más vale prevenir que lamentar» cae como anillo al dedo, en cuanto a la necesidad de las compañías de estar preparadas y dar respuesta rápida y adecuada a situaciones inesperadas.
Por ello, las empresas no deben dudar en elaborar y tener de manera permanente un plan de contingencia y continuidad del negocio, pues se trata de un conjunto de recursos y procedimientos que permiten mantener y/o recuperar en el menor tiempo y costo posibles los procesos críticos de la compañía ante un suceso interno o externo.
Según el diccionario, la contingencia es la posibilidad de que algo suceda o no. Por ello, para las empresas significa ver más allá sobre qué y cómo hacer en lo inmediato frente a una situación incierta.
Generalmente, la contingencia es asociada a accidentes, catástrofes y emergencias sanitarias, pero también puede tratarse de una ganancia inesperada – o el cobro de una indemnización.
Y es que la contingencia debe verse como todo aquello que interrumpe de forma no esperada el funcionamiento habitual de la compañía. De allí la importancia de contar con un plan de acción para seguir adelante inmediatamente y que es conveniente abordar desde dos aristas:
-Plan de contingencia. Debe incluir aspectos como la gestión de la crisis, orientada a la planificación, control y manejo de situaciones excepcionales y latentes.
-Plan de continuidad. Cubre eventos de crisis que pueden amenazar las operaciones por un tiempo prolongado.
Es importante que el plan de acción también contenga el aspecto de la seguridad para enfrentar el robo o la destrucción de la propiedad intelectual, secretos comerciales, programas informáticos, maquinaria y equipos clave.
En definitiva, las empresas deben planificar acciones correctivas concretas para contrarrestar y ayudar a cumplir los objetivos en escenarios que afecten la normalidad de un negocio.
Por ejemplo, el año pasado, como parte de las actividades que se realizaron durante la Semana de la Salud Ocupacional y Seguridad en el Trabajo, el personal de Pronavícola, de la empresa Alimentación Balanceada Alibal-Purolomo, se preparó para atender emergencias industriales.
Más de 70 trabajadores, entre personal de planta y miembros de la brigada de emergencia, aprendieron a combatir incendios con extintores y a realizar rescates en áreas confinadas.